viernes, 15 de junio de 2012

Algunos consejos...


Acá encontramos algunos concejos sobre la adolescencia y como prevenir problemas.

-Si eres dependiente de la droga o el alcohol ¿a quién debes recurrir?
Primero que nada debes recurrir a tus padres, ellos te ayudarán a buscar algún centro de reabilitación u otro tipo de ayuda.
-¿Por qué no es recomendable tener sexo a tan temprana edad?
Porque en la adolescencia no se es suficientemente maduro, como para tomarse la responsabilidad en caso de que la mujer quedase embarazada. Además el sexo debe realizarse con amor y a ésta edad es muy difícil que esto suceda.
La primera ilusión amorosa y el primer desengaño, el primer afeitado y el primer cigarrillo, el primer baile y la primera bofetada recibida en casa, o de la chica que besaste. La primera rebelión. El primer combate social. Hay una época en la vida, crucial en el proceso de maduración, que parece caracterizarse por una intensa actividad de iniciación y que determinará toda la vida posterior del individuo: es la adolescencia.
Llamamos adolescencia, desde un punto de vista psicológico, al período comprendido entre la niñez y la edad adulta. El concepto de adolescencia se solapa parcialmente con un término de uso médico -pubertad- y con otro de carácter sociológico -juventud-.
Las transformaciones psicológicas que se producen en este período del desarrollo humano proceden, en primer término, de las transformaciones hormonales previas, que introducen un desequilibrio en el medio interno y en el comportamiento social del adolescente. La vida psicológica debe soportar la aparición de un nuevo factor, la sexualidad, que habrá de integrarse, en sus aspectos físicos, psíquicos y sociales, con el resto de los componentes de la personalidad del adolescente.
Se trata, por tanto, de una época de transformación y crisis profunda, decisiva en la vida humana. En los pueblos primitivos, su relevancia se subrayaba socialmente mediante ritos de iniciación que servían para incorporar al individuo a la edad adulta.
En el plano físico, la adolescencia se caracteriza por una serie de fenómenos como la aceleración del crecimiento, el desarrollo de la morfología del cuerpo y los cambios hormonales que dan lugar al surgimiento de los deseos sexuales. Rasgos tales como la dilatación de la pelvis, en la mujer, o el crecimiento del vello piloso y el cambio de voz en el hombre, hacen que el adolescente adquiera un nuevo sentido de su cuerpo.
Los cambios físicos no aparecen siempre a la misma edad. En ello influye de forma determinante el medio geográfico y social. Mientras que en Europa la primera regla de la niña (menarquía) se presenta, por lo general, a los trece años de edad y la primera eyaculación del niño a los catorce, en otras áreas estos fenómenos suelen adelantarse, según los casos, hasta los diez y doce años, respectivamente.
Téngase en cuenta, de cualquier modo, que se registra una notable variabilidad a este respecto.
Debe distinguirse, por lo demás, entre la adolescencia, o la pubertad, y la adquisición de la fecundidad, esto es, de la nubilidad, ya que la primera puede no coincidir con la segunda (reglas sin producción de óvulos, escasa cantidad de espermatozoides, etc.).
Las transformaciones físicas ejercen también una influencia en el plano psíquico. La conciencia creciente de la propia masculinidad o femineidad provoca en el adolescente un sentimiento de
autoafirmación, que se traduce en un deseo de independencia respecto al marco familiar, en el que antes se había sentido protegido. No obstante, el nuevo y fuertemente dominante impulso sexual, que
al principio puede provocar angustia, acaba siendo aceptado en el nuevo esquema. Lo que no puede ser integrado se adapta o se transforma bajo la forma de sentimientos o de intereses sociales.
La misma inteligencia, ya formada, se ve afectada. El fracaso escolar, que puede aparecer súbitamente en esta etapa por vez primera, es más el producto de la influencia de las emociones, que impiden un ejercicio intelectual adecuado, que de una pérdida de capacidad intelectual.
Esto tiene su proyección en la vida familiar, dándose frecuentes situaciones de rechazo que pueden llegar a ser muy conflictivas. Gran número de ellas son provocadas, en cualquier caso, por sentimientos de culpa, que tienen su origen, por ejemplo, en las frecuentes masturbaciones de los varones, psicológicamente normales cuando se trata de liberar la tensión producida por el impulso sexual.
El descubrimiento de un objeto amoroso canaliza estas tensiones, aunque también conduce a frustraciones que provocan un estado alternante de euforia y depresión, hasta que por último la situación se asume e integra armónicamente en el nuevo esquema de personalidad. Para llevar a cabo esta integración, el adolescente cuenta con sus nuevos intereses y con sus amigos, que comparten esos intereses y sentimientos, y que pueden llegar a constituir una clara alternativa a un medio familiar en el que el joven ya no se encuentra cómodo.
Esta etapa de apertura se refleja, además, en la forja de grandes cosmovisiones, que intentan explicar el mundo que rodea al joven y que éste utiliza como punto de referencia para sus racionalizaciones. No en vano se ha denominado a la adolescencia la "edad metafísica". Con ello puede aparecer el peligro de un alejamiento de la realidad, que en ocasiones se traduce en la puesta en práctica de grandes proyectos vitales que la mayoría de las veces están abocados al fracaso, con la consiguiente frustración. El paso a la madurez se produce, precisamente, cuando realidad y proyecto se equilibran, al tiempo que las frustraciones se asumen e integran de forma no traumática.
La bulimia y la anorexia son trastornos alimenticios complicados que tienen como eje el comer, o no comer. La paciente (más de un 90% de pacientes con trastornos alimentarios son mujeres) se siente gorda, culpable, infeliz y fuera de control.
La bulimia (el síndrome por el cual el paciente come y se deshace de lo que come por medio de laxantes, haciendo gimnasia o

vomitando), la anorexia (el trastorno por el cual el paciente rehusa comer y baja de peso más allá de lo que debería mientras sigue sintiéndose gorda)
- ¿Es bueno hacer dietas? ¿Porqué?
No, porque generalmente en las dietas no se incluyen todos los grupos alimenticios y al final la persona no se alimenta bien y es perjudicial para su salud.
- ¿Se alimentan bien los adolescentes?
La gran mayoría no. Casi siempre los adolescentes comen comida chatarra y no tienen una alimentación sana.
- ¿Cómo interfieren los problemas en los adolescentes?
En esta etapa de la adolescencia a los jóvenes le afectan mucho los problemas de cualquier tipo. A raíz de esto se originan problemas de alcoholismo, bulimia, drogadicción, etc.

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