domingo, 21 de octubre de 2012

Control de la forma física de los adolescentes en Europa



El nivel de forma física de la infancia y adolescencia es un indicador significativo de la salud cardiovascular, metabólica, ósea y mental presente y futura. Con el fin de desarrollar protocolos de detección para identificar los jóvenes que más necesitan mejorar su forma física, los investigadores del proyecto HELENA han obtenido valores normativos de la forma física de los adolescentes europeos en relación con la edad y el sexo.
¿Qué es “estar en buena forma física”?

La forma física no es un rasgo individual, sino una combinación de la capacidad aeróbica, fuerza, velocidad, agilidad, coordinación y flexibilidad que, en conjunto, determinan la capacidad de una persona de realizar actividades físicas, incluyendo las actividades de la vida diaria. A nivel práctico y cotidiano, la forma física permite que una persona se enfrente a situaciones imprevistas, trabaje con eficiencia, presente menos riesgo de padecer lesiones y pueda mantenerse activa practicando deportes, haciendo ejercicio u otras actividades de ocio. Asimismo, se ha demostrado que estar en buena forma física es un importante marcador de la salud y el bienestar. Los últimos resultados del estudio HELENA demuestran claramente que esto también ocurre entre los adolescentes europeos.1-4

Los estándares de forma física de HELENA

Dentro del estudio HELENA, los científicos evaluaron la forma física muscular y aeróbica, velocidad, agilidad y flexibilidad de casi 3.500 adolescentes de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años en diez ciudades europeas. Se utilizaron nueve pruebas de forma física comunes y bien estandarizadas para proporcionar medidas armonizadas de la forma física de los adolescentes europeos, de acuerdo con la edad y el sexo.5  Estos valores normativos se han preparado de modo que una persona pueda evaluar su nivel de forma física en una escala del 1 al 10. Desde el punto de vista de la salud pública, estos valores podrían utilizarse en entornos escolares o médicos para identificar a los jóvenes que presenten niveles de forma física muy bajos que puedan requerir un estudio más detallado de posibles comorbilidades. Por otro lado, la escala de forma física también podría emplearse para motivar a los jóvenes a desarrollar su nivel de forma física con el fin de ascender en la escala.

Marcadores de forma física y salud

Los datos recogidos entre más de mil adolescentes participantes en el estudio HELENA se han analizado recientemente para profundizar en la relación existente entre los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y la forma física.4 Las medidas de gordura corporal como el Índice de Masa Corporal (IMC), el grosor del pliegue cutáneo y el diámetro de cintura fueron significativamente inferiores en quienes tenían una buena forma física aeróbica, en comparación con quienes no estaban en buena forma. Además, también se comprobó que los factores de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, tales como los niveles de colesterol, triglicéridos, homocisteína y los marcadores de resistencia a la insulina, eran más favorables en quienes presentaban una forma física aeróbica elevada.


No solo es buena para el corazón

Un estudio reciente sugiere que la forma física aeróbica no solo es buena para el corazón sino que tiene un efecto positivo en casos de depresión, ansiedad, de problemas con los estados de humor, la autoestima y parece estar asociada con un mejor rendimiento académico. Por otro lado, se comprueba que la forma física muscular, la velocidad y la agilidad tienen un efecto positivo en la salud del esqueleto, por ejemplo, en una mayor densidad ósea.1 Este estudio y muchos otros demuestran el papel prominente de la actividad física para mejorar la forma física y el perfil médico de la juventud. Parece ser que las actividades físicas vigorosas, caracterizadas por una mayor frecuencia cardíaca y una respiración más profunda o intensa, son especialmente satisfactorias.

Buenas noticias

Es alentador saber que casi dos tercios de los adolescentes europeos (el 60%) tienen un nivel de forma física aeróbica asociada con un riesgo bajo de padecer enfermedades cardíacas.5 Es evidente que esto merece celebrarse y que debemos alentar a estos adolescentes para que sigan así. Por otra parte, puede que el 40% restante tenga mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas en el futuro y debemos animar a este grupo de adolescentes para que mejoren su forma física, lo que contribuirá a potenciar y proteger su salud ahora y en el futuro.

El futuro

Los datos derivados del estudio HELENA muestran la necesidad de desarrollar, probar e implementar estrategias de sanidad pública para mejorar la forma física, especialmente entre los adolescentes con una forma física aeróbica deficiente.6 La determinación de los valores normativos en relación con la forma física es un hito importante que facilitará la correcta interpretación del estado de forma física de los adolescentes europeos y podrá utilizarse, por ejemplo, para la creación de programas de control y mejora de la forma física.

domingo, 14 de octubre de 2012

Adolescentes Argentinos: Su salud.



En febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una advertencia inquietante. Debido al avance de enfermedades condicionadas por el estilo de vida, la actual generación de chicos podría ser la primera en muchísimo tiempo en tener una esperanza de vida menos elevada que la de sus padres. En línea con esta problemática, la OMS impulsa la Encuesta Mundial de Salud Escolar, un estudio que se realiza en varios países del mundo y que se concretó en nuestro país en 2007. El relevamiento sirve como instrumento para medir la prevalencia de factores de riesgo en los estudiantes secundarios.
Los resultados, difundidos este año, son igualmente preocupantes. Según la investigación, hay un alto consumo de bebidas alcohólicas y de tabaco, un porcentaje importante de sobrepeso y sedentarismo, y bajo uso de métodos anticonceptivos y preservativos. Las conclusiones del estudio señalan que estos indicadores son un alerta porque “las enfermedades no transmisibles constituyen la principal causa de muerte en la Argentina”, ya que el 58% de los fallecimientos son causados por enfermedades cardiovasculares, tumores y lesiones.
Mario Virgolini, director del Programa de Control del Tabaco del Ministerio de Salud y del plan Argentina Saludable, fue uno de los responsables de la implementación de la encuesta. Se entrevistaron a 1.980 alumnos de entre 13 y 15 años de 47 escuelas de todo el país. Sobre la poca actividad física, admite que “las pautas se establecen durante la infancia y la adolescencia y ya después es difícil modificarlas. Hay que revertir esta tendencia. El modelo que se ha formado es el competitivo. Los que son aptos para el deporte son los que siguen y los no se quedan afuera. La actividad física debe estar relacionada con el bienestar y con la salud mental”.
El sedentarismo y la mala alimentación son dos variables de íntima relación, que derivan decididamente en la salud de los jóvenes. “En la adolescencia se conforman los hábitos alimentarios y se termina de definir la composición corporal. Por ejemplo, es el momento en el cual se consolida la reserva de calcio en el organismo. Quien sale con sobrepeso y obesidad será un adulto con sobrepeso y obesidad”, explica Esteban Carmuega, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil. “La mala alimentación es consistente con los hábitos que el estilo de vida les genera. Hay pocas opciones para comer bien en la escuela. Y el problema es que el ocio entretenido aislado o grupal compite con la actividad física”, agrega Carmuega.
Verónica Schoj, coordinadora de la Alianza Libre de Humo Argentina (ALIAR), advierte que “uno de cada cuatro fumadores va a morir 20 años antes de su expectativa de vida natural y el tabaco afecta también la calidad de vida cotidiana. Es importante eliminar todo tipo de publicidad de cigarrillos. Hoy hay campañas en Internet porque el target al que apuntan son los chicos de 15 años”.
Según Marcelo Giles, profesor de la carrera de Educación Física de la Universidad Nacional de La Plata, si los chicos no se entusiasman con las clases de educación física es “porque son aburridas. ¿Por qué va a correr un chico de 14 años que cree que es inmortal? No se le puede decir que es para prevenir el infarto que puede llegar a tener a los 70, hay que buscar otra forma de estimulación”.
“Es una generación que hace del sedentarismo un refugio”, reflexiona Hugo Miguez, especialista en adicciones e investigador del Conicet. “En la vida cotidiana de los chicos, el tiempo libre está representado por estar cómodamente sentados para chatear, mirar TV o hacer juegos electrónicos en pantallas que, además, reiteran los mensajes sobre comida chatarra. Es un circulo vicioso apoyado en la percepción de un mundo ‘externo’ incierto y amenazante”, continua Miguez. El experto vincula con este modo de vida adolescente el alto consumo de alcohol: “Las bebidas funcionan como una ‘prótesis social’ para el mundo real, donde las aceptaciones y rechazos son más crudos que en la cibercultura”.
En cuanto a la prevención de embarazos y enfermedades de transmisión sexual, la sexóloga clínica Isabel Boschi indica que “son pocos los varones que se cuidan. Y muchos convencen a la chica de no hacerlo cuando ella quiere practicar un sexo responsable. Hay consecuencias para la salud y también a nivel psicológico”.
Los especialistas del Ministerio de Salud reconocieron que el estudio les permitió definir el perfil adolescente sobre el que tienen que trabajar. Y aunque no confirmaron cuándo, dijeron que la encuesta se repetirá periódicamente, como recomienda la OMS.

domingo, 7 de octubre de 2012

Adolescencia en África



La adolescencia suele comenzar con un rito de paso en la pubertad (la circuncisión para ellos, ablación de clítoris para ellas), y consiste en una asimilación por parte de los jóvenes de las tradiciones y normas de sus padres, aprendiendo los comportamientos adultos, hasta realizarlos con independencia.  

El aprendizaje de la sexualidad tiene lugar por medios indirectos, tradicionales, aprendiendo sobre los roles sociales y la higiene. Hay una gran variabilidad en el comportamiento sexual de unos países a otros, y de unos adolescentes a otros. Pero la sexualidad se suele prescribir como parte del matrimonio y no antes, relacionada con ser padres. El amor romántico no forma parte de sus tradiciones. Pero de hecho hay un aumento de la incidencia de la sexualidad adolescente en África, en respuesta a la maduración sexual y los valores y prácticas globales, tal como se retratan para los adolescentes. La sexualidad adolescente es un tema de preocupación, con la salud reproductiva, porque los mensajes que reciben los adolescentes (la tradición interfiere en la prevención), la maduración sexual precoz y las experiencias sexuales más frecuentes, los pocos servicios de planificación familiar, el riesgo de transmisión de ETS, todo esto está creando un gran problema entre los adolescentes.

Un hecho que causa especial preocupación en la comunidad internacional es el embarazo y maternidad entre las adolescentes, fenómeno en el que el África Subsahariana va a la cabeza: un 18% de las niñas entre 15 y 19 años son madres, cifra que excede con mucho a las otras regiones del mundo. Por ej, en América Latina las madres adolescentes alcanzan un 8% y en América del Norte un 5%, mientras que en Europa, Asia y Oceanía la proporción es de un 3%

A las ya innumerables formas de mutilación femenina que conocemos, se suma otra menos difundida: eliminar los pechos de las adolescentes para evitar las relaciones sexuales y hacerlas menos deseables ante los ojos de los varones. Es una tradición antigua en algunas zonas de África del Oeste y más conocida en el caso de Camerún, donde una de cada cuatro niñas sufre el planchado de pechos. Se colocan piedras calientes sobre el seno incipiente, se aplican palos de majar u otros objetos planos ardiendo, vendajes con tela caliente… Las madres y otras mujeres de la familia son las encargadas de realizar esta práctica que provoca quemaduras, deformidades y problemas psicológicos.