domingo, 24 de junio de 2012

La adicción a la tecnología también puede ser un problema de salud


La adicción de los adolescentes a Internet está considerado un problema nacional de salud en Corea del Sur y China a raíz de que se produjeran varias muertes en cibercafés. En Occidente "deberíamos poner nuestras barbas a remojar, explica José Luis Martínez, médico del Hospital Quirón de Madrid.
Para el jefe del Servicio de Psiquiatría de esta clínica madrileña, hay tres vías por las que los adolescentes se enganchan a Internet: el juego on-line, la mensajería y el sexo, que, aunque es más una adicción de adultos, también presenta un problema de consumo entre los jóvenes.
Hay un perfil determinado para los adolescentes adictos a Internet, se trata de jóvenes "introvertidos, tímidos, con un cierto tono vital depresivo y con algunos factores sociofamiliares peculiares que presentan un perfil de riesgo", señala el doctor Martínez en declaraciones a EFE.
Lo que les engancha "es una especie de compensación psicológica" porque "las características de Internet dan una oportunidad a algunos individuos que tienen justamente problemas en la integración social" y que fracasan en sus relaciones sociales.
"El estar delante de una pantalla y tener todo el mundo abierto y, sobre todo, la sensación de impunidad que muchas veces se tiene en el trabajo con el ordenador, esas características son susceptibles de enganchar", asegura José Luis Martínez.
JUEGOS ONLINE
Los juegos on-line permiten crear personajes fantásticos con los que se identifica el jugador y eso provoca que el adolescente "vuelque en esa imagen toda su fantasía. Ese personaje le permite canalizar y vehicular miedos, temores, angustias y complejos y eso, libera".
"Hablamos de patología cuando implica un deterioro de las actividades normales de las personas", pero el juego on-line tiene también "un factor positivo" porque "permite neutralizar conflictos en otras áreas de la vida".
Sin embargo "si es excesivo y eso implica deterioro en otros niveles, termina siendo patológico" y hace realidad al "viejo refrán de que el remedio es peor que la enfermedad".
Como padre o madre hay que estar atento al "elemento cuantitativo, es decir, al número de horas que ese niño o adolescente invierte en el juego".
"En algunos países han puesto un número: como máximo tres horas jugando y ahí está la frontera", como en Corea del Sur o en la República Popular China, donde se han producido diez muertes de adolescentes que estaban jugando en cibercafés.
MUERTES POR ADICCIÓN
Estos fallecimientos se debieron a "conflictos cardiovasculares", potenciados por el consumo de coca-cola y café durante largas horas de juego "y alguna otra substancia estupefaciente".
También hay que controlar "el hecho cualitativo de que el niño empiece a dejar amigos, a abandonar las relaciones sociales y familiares, dentro del ámbito de casa, que es una microsociedad con diferentes estancias y diferentes habitaciones".
Las alarmas deben saltar cuando "de repente ese niño no sale de su habitación, no participa en la actividad familiar. No está en el ámbito comunitario que es el salón, la cocina, se encierra en su casa, no hay comunicación".
"Empieza a abandonar a rechazar invitaciones de vecinos, familiares y compañeros y deja de ir a clase o se inventa pequeñas historias o síntomas de que se encuentra mal para evitar el colegio", indica José Luis Martínez.
Posteriormente se presentan "conductas de irritabilidad, alteraciones del sueño, incluso síntomas somáticos como consecuencia de la adicción". 

viernes, 15 de junio de 2012

Algunos consejos...


Acá encontramos algunos concejos sobre la adolescencia y como prevenir problemas.

-Si eres dependiente de la droga o el alcohol ¿a quién debes recurrir?
Primero que nada debes recurrir a tus padres, ellos te ayudarán a buscar algún centro de reabilitación u otro tipo de ayuda.
-¿Por qué no es recomendable tener sexo a tan temprana edad?
Porque en la adolescencia no se es suficientemente maduro, como para tomarse la responsabilidad en caso de que la mujer quedase embarazada. Además el sexo debe realizarse con amor y a ésta edad es muy difícil que esto suceda.
La primera ilusión amorosa y el primer desengaño, el primer afeitado y el primer cigarrillo, el primer baile y la primera bofetada recibida en casa, o de la chica que besaste. La primera rebelión. El primer combate social. Hay una época en la vida, crucial en el proceso de maduración, que parece caracterizarse por una intensa actividad de iniciación y que determinará toda la vida posterior del individuo: es la adolescencia.
Llamamos adolescencia, desde un punto de vista psicológico, al período comprendido entre la niñez y la edad adulta. El concepto de adolescencia se solapa parcialmente con un término de uso médico -pubertad- y con otro de carácter sociológico -juventud-.
Las transformaciones psicológicas que se producen en este período del desarrollo humano proceden, en primer término, de las transformaciones hormonales previas, que introducen un desequilibrio en el medio interno y en el comportamiento social del adolescente. La vida psicológica debe soportar la aparición de un nuevo factor, la sexualidad, que habrá de integrarse, en sus aspectos físicos, psíquicos y sociales, con el resto de los componentes de la personalidad del adolescente.
Se trata, por tanto, de una época de transformación y crisis profunda, decisiva en la vida humana. En los pueblos primitivos, su relevancia se subrayaba socialmente mediante ritos de iniciación que servían para incorporar al individuo a la edad adulta.
En el plano físico, la adolescencia se caracteriza por una serie de fenómenos como la aceleración del crecimiento, el desarrollo de la morfología del cuerpo y los cambios hormonales que dan lugar al surgimiento de los deseos sexuales. Rasgos tales como la dilatación de la pelvis, en la mujer, o el crecimiento del vello piloso y el cambio de voz en el hombre, hacen que el adolescente adquiera un nuevo sentido de su cuerpo.
Los cambios físicos no aparecen siempre a la misma edad. En ello influye de forma determinante el medio geográfico y social. Mientras que en Europa la primera regla de la niña (menarquía) se presenta, por lo general, a los trece años de edad y la primera eyaculación del niño a los catorce, en otras áreas estos fenómenos suelen adelantarse, según los casos, hasta los diez y doce años, respectivamente.
Téngase en cuenta, de cualquier modo, que se registra una notable variabilidad a este respecto.
Debe distinguirse, por lo demás, entre la adolescencia, o la pubertad, y la adquisición de la fecundidad, esto es, de la nubilidad, ya que la primera puede no coincidir con la segunda (reglas sin producción de óvulos, escasa cantidad de espermatozoides, etc.).
Las transformaciones físicas ejercen también una influencia en el plano psíquico. La conciencia creciente de la propia masculinidad o femineidad provoca en el adolescente un sentimiento de
autoafirmación, que se traduce en un deseo de independencia respecto al marco familiar, en el que antes se había sentido protegido. No obstante, el nuevo y fuertemente dominante impulso sexual, que
al principio puede provocar angustia, acaba siendo aceptado en el nuevo esquema. Lo que no puede ser integrado se adapta o se transforma bajo la forma de sentimientos o de intereses sociales.
La misma inteligencia, ya formada, se ve afectada. El fracaso escolar, que puede aparecer súbitamente en esta etapa por vez primera, es más el producto de la influencia de las emociones, que impiden un ejercicio intelectual adecuado, que de una pérdida de capacidad intelectual.
Esto tiene su proyección en la vida familiar, dándose frecuentes situaciones de rechazo que pueden llegar a ser muy conflictivas. Gran número de ellas son provocadas, en cualquier caso, por sentimientos de culpa, que tienen su origen, por ejemplo, en las frecuentes masturbaciones de los varones, psicológicamente normales cuando se trata de liberar la tensión producida por el impulso sexual.
El descubrimiento de un objeto amoroso canaliza estas tensiones, aunque también conduce a frustraciones que provocan un estado alternante de euforia y depresión, hasta que por último la situación se asume e integra armónicamente en el nuevo esquema de personalidad. Para llevar a cabo esta integración, el adolescente cuenta con sus nuevos intereses y con sus amigos, que comparten esos intereses y sentimientos, y que pueden llegar a constituir una clara alternativa a un medio familiar en el que el joven ya no se encuentra cómodo.
Esta etapa de apertura se refleja, además, en la forja de grandes cosmovisiones, que intentan explicar el mundo que rodea al joven y que éste utiliza como punto de referencia para sus racionalizaciones. No en vano se ha denominado a la adolescencia la "edad metafísica". Con ello puede aparecer el peligro de un alejamiento de la realidad, que en ocasiones se traduce en la puesta en práctica de grandes proyectos vitales que la mayoría de las veces están abocados al fracaso, con la consiguiente frustración. El paso a la madurez se produce, precisamente, cuando realidad y proyecto se equilibran, al tiempo que las frustraciones se asumen e integran de forma no traumática.
La bulimia y la anorexia son trastornos alimenticios complicados que tienen como eje el comer, o no comer. La paciente (más de un 90% de pacientes con trastornos alimentarios son mujeres) se siente gorda, culpable, infeliz y fuera de control.
La bulimia (el síndrome por el cual el paciente come y se deshace de lo que come por medio de laxantes, haciendo gimnasia o

vomitando), la anorexia (el trastorno por el cual el paciente rehusa comer y baja de peso más allá de lo que debería mientras sigue sintiéndose gorda)
- ¿Es bueno hacer dietas? ¿Porqué?
No, porque generalmente en las dietas no se incluyen todos los grupos alimenticios y al final la persona no se alimenta bien y es perjudicial para su salud.
- ¿Se alimentan bien los adolescentes?
La gran mayoría no. Casi siempre los adolescentes comen comida chatarra y no tienen una alimentación sana.
- ¿Cómo interfieren los problemas en los adolescentes?
En esta etapa de la adolescencia a los jóvenes le afectan mucho los problemas de cualquier tipo. A raíz de esto se originan problemas de alcoholismo, bulimia, drogadicción, etc.

domingo, 10 de junio de 2012

¿Debemos compartirlo todo en la adolescencia?


Unos de los comportamientos habituales en la adolescencia es compartirlo todo. No me refiero a las experiencias y conquistas amorosas más recientes sino a los artículos de objeto personal que suelen pasar de mano en mano sin tener en cuenta que en realidad estamos propagando gérmenes y enfermedades.

Me refiero a una larga lista en la cual podría incluir cubiertos, vasos, peines, toallas, cepillos de dientes, creyones de labios, ropas, zapatos, cigarrillos, agujas de inyección e incluso las parejas, comportamiento peligroso que se ha puesto moda en algunos lugares.

Compartir peligros y enfermedades

Con este proceder irresponsable no solo podrías ganarte un resfriado que no era tuyo, sino también otros males que pueden ser mucho más peligrosos y entre ellos podrían estar:
- El virus de Epstein Barr responsable de la mononucleosis o la llamada “enfermedad del beso”. Al principio pensarás que es solo un catarro más pues te duele la garganta y sientes un malestar difuso general. Diez días después, tus amígdalas estarán inflamadas, tendrás fiebre y te dolerán los  ganglios cervicales. Esta infección hasta afecta el hígado y el bazo, puede tornarse muy seria y se trasmite a través de la saliva. Su período de incubación va desde los 30 días hasta los dos meses. 
-Herpes labial, brota sorpresivamente en forma de pupas sobre los labios. Basta un poco de sol, una fiebre, o estar sometida a mucho estrés para que aparezca, casi siempre en la misma zona del labio superior. Una vez adquirido el virus  que lo produce, llamado herpes simplex, te conviertes en portadora —y transmisora— para toda la vida.
-Hepatitis, todos los tipos descubiertos hasta el momento son transmisibles de persona a persona, ya sea por vía oral o sexual. Es una enfermedad que afecta al hígado y puede dejar peligrosas secuelas para toda la vida.
-Existe una extensa lista de estafilococos, ácaros y hongos que infectan la piel y se transmiten por compartir cepillos, sombreros, ropa de cama, toallas…
- Enfermedades de transmisión sexual que van desde el VIH/SIDA hasta la clamidia, bacteria que si bien parece ser inofensiva y fácil de derrotar, es una de las causas más reconocida  de embarazos ectópicos, esterilidad, así como partos prematuros o nacimientos de bebés con un tipo específico de conjuntivitis y neumonía..
La entrega física improvisada, sin distinción, medida ni protección adecuada puede marcarte la vida de una manera lacerante y para siempre. Piensa entonces que basta poner un poco de orden en esa etapa que es la adolescencia y convence a tus amigos de que cuando le niegas un pañuelo o un vaso en lugar de ser egoísta estás intentando compartir salud.

domingo, 3 de junio de 2012

Los problemas de salud en la adolescencia


     Los adolescentes tienden a sufrir problemas asociados con su autoestima debidos, fundamentalmente, a la distorcion de su imagen corporal y a los desafíos que se les plantean en el ámbito escolar y social.


     Lamentablemente, muchas de estas problematicas tienen efectos que empiezan a detectarse recién en la edad adulta, como las infecciones de transmicion sexual , los transtornos de la conducta alimentaria, o los efectos del tabaco y otras adicciones.


      Muchas veces, los adolescentes muestran, a través de sus comportamientos, pedidos de ayuda. Las figuras adultas que ponen atención y escuchan sus problemas y favorecen la construcción de lazos de confianza actúan como factores de protección que disminuyen el impacto de los daños posibles.