domingo, 30 de septiembre de 2012


Podemos decir, que los adolescentes en condiciones favorables, llegarán a la juventud con un sentido de identidad desarrollado, una adecuada capacidad para las relaciones sociales y un importante concepto y sentido de la independencia y la responsabilidad personales. Paulatinamente irán independizándose de sus familias para pasar a formar relaciones significativas, a identificarse con un conjunto de valores personales e integrar sus aspiraciones e intereses en un proyecto vital acorde con la realidad que les rodea. Pero es también en esta etapa de elaboración y fragilidad cuando comienza la involucración de la mayoría de los sujetos en el consumo de drogas y en la actividad delictiva, En ese discurrir, los adolescentes son un “no ser”, no son adultos, no son niños, la propia Ley de Responsabilidad Penal del Menor, que rige las pautas de actuación de los Centros los sitúa en ese terreno de nadie, de indefinición y expectativas confusas. Por ello los equipos sociodecucativos no se deben plantear las intervenciones exigiendo comportamientos adultos o maduración, más bien tendrán que ir encaminadas a la construcción por parte de los menores de un futuro a partir de sus vivencias inmediatas.




Este proceso de transición de la infancia a la vida adulta, es pues dificultoso y se produce en lo que algunos llaman contextos de dominio múltiple, no es la familia o el centro escolar quién va a intervenir básicamente, más bien serán las relaciones informales, de calle, de los espacios de diversión los que tienen más importancia y es ahí donde las drogas tienen su papel. Tienen mucho que ver con las maneras de actuar de los chavales, con sus maneras de relacionarse, en la forma en que interpretan los acontecimientos, en como disfrutan o sienten placer o en como son capaces de padecer el dolor, el miedo, la angustia. En definitiva tienen mucho que ver con el estilo de vida que han llevado hasta ahora. Por otra parte desde un punto de vista evolutivo debemos recordar que como el resto de adolescentes y jóvenes de su edad, los menores están a la búsqueda de su identidad personal y está búsqueda es practicada muy a menudo de una forma aparatosa, a golpes, de una forma inestable, con el desequilibrio de quien a veces se siente que no es nada. Pero en otras ocasiones lo hacen con la autoafirmación de quién tiene el mundo por delante... Por eso a veces el clima emocional que se vive en los Centros es intenso, a menudo desbocado. Emociones y sentimientos, entusiasmos y desconsuelos forman parte del día a día. En todo ello el consumo de sustancias que alteran los estados anímicos es importante, para reforzar sentimientos, para evitar la abulia o el aburrimiento... y todo ello a veces con gran aparatosidad. En esta aparatosidad a menudo, la expresión de las dificultades no coincide con el grado de dificultad, a veces la realidad no es tan problemática como la plantean, pero estas dificultades que a veces no lo son tanto, pueden ser más complejas con el consumo de sustancias, que no ayudarán al equilibrio, sino más bien a la provocación o la ostentación de las dificultades.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Influencia de la música en los Adolescentes



La música siempre ha desempeñado un papel importante en el aprendizaje y la cultura, pudiendo llegar a influir en costumbres y emociones.
Los adolescentes son los más propensos a ser influenciados por las nuevas tendencias como la vestimenta, el peinado o la música en este caso. Los jóvenes se unen a grupos en los que la música es la que determina su modo de vestir, de hablar o de peinarse en los adolescentes. La música es la única salida que tienen los jóvenes para ser independientes e ir contracorriente.
Según algunas estadísticas el 10% de  los jóvenes escuchan música CLÁSICA , el  30% escuchan música POP y el 60% escuchan ROCK.


La musica clásica en los adolescentes:
La música culta invita a la reflexión, que no supone participación por parte del oyente, que es el resultado de una sensibilidad individual y creativa superior, fuera del alcance de la comprensión de la mayoría de las personas. Esta visión de la música culta hace que los jóvenes la vean como algo hermético y distante y propio de un grupo muy alejado de sus intereses: las personas “mayores” ; un grupo al que, además, suelen oponerse. 


La música pop en los adolescentes:
La musica pop es un género muy comercial y de gran popularidad entre los adolescentes.
La gran mayoría de los grupos y cantantes famosos pertenecen a este tipo de música.
Por lo general se idealiza bastante la vida, las relaciones, etc.


La música rock en los adolescentes:
Algunos creen que el rock influye en el comportamiento de los adolescentes, generalmente de manera negativa.
Ahora bien, si nos detenemos a pensar, la mayoría de las 
personas que escuchan ese tipo de musica, antes de oírla habitualmente, piensan y se comportan de la manera que les es común a los que escuchan ese tipo de musica. El problema no esta solo en la musica 'rock' sino que son muchos los factores que llevan a los jóvenes a comportarse así.


La música ambiental en los adolescentes:
Actualmente la música ambiental se introduce en nuestra vida cotidiana, 
nos acechan en las empresas, oficinas, comercios, estaciones ...
Las músicas ambientales, un exponente más de los grandes cambios que ha experimentado la  sociedad en sus relaciones con la música no se considera un fenómeno totalmente nuevo.
La principal característica de la música de fondo es que debe ser una música para ser oída pero no escuchada. La oferta  musical puede ser muy variada abarcando los más diversos géneros y estilos. Tradicionalmente se trata sobre todo de  elaboraciones o versiones instrumentales con un cierto anonimato.
Este tipo de música afecta positivamente a los jóvenes y los ayuda a relajarse.

sábado, 15 de septiembre de 2012

bullying




Muchos niños y jóvenes sufren acoso escolar o “bullying”, pero hay muchos tipos diferentes y algunos de ellos son más fáciles de superar que otros. El acoso puede tomar su forma en cualquiera, o varias, de las siguientes situaciones:
  • Burlas e insultos
  • Propagación de feos rumores
  • Escritos amenazantes u ofensivos en emails, posts e incluso, páginas Web
  • Intimidación y violencia.
A menudo hay diferencias de interpretación en relación con algunos de estos comportamientos: lo que para un niño es una pequeña burla para otro puede resultar una intimidación.

Los efectos del acoso escolar

No hay duda de que para algunos niños y jóvenes el acoso escolar es la experiencia más estresante de su vida. Algunos llegan a tener tanto miedo que rehúsan ir a clase o buscan excusas para evitar situaciones en las que se pueda producir este acoso.

Llevado a un nivel más extremo, el acoso escolar puede, en raras ocasiones, conducir al suicidio, por lo que siempre hay que tomárselo en serio.

Por supuesto, los niños deben aprender a hacer frente a, o simplemente ignorar, ciertos tipos de burlas ocasional, comúnes sobre todo entre los adolescentes. Pero las amenazas físicas, burlas colectivas o insultos continuos son preocupantes y nunca se deberían tolerar.

Víctimas de acoso escolar

Algunos jóvenes son más propensos a ser víctimas de acoso escolar que otros. Por ejemplo, los que tienen una característica física que resalta, como los niños con sobrepeso, o los que padecen algún tipo de discapacidad, pueden convertirse en objetivo. También los que son más tímidos o inseguros, y a los que les cuesta defenderse por sí solos, pueden ser vulnerables. Los que son homosexuales o bisexuales o tienen dudas acerca de su orientación sexual, e incluso los que simplemente sus compañeros creen que son gays o bisexuales pueden tener problemas también.

Las víctimas del acoso escolar suelen avergonzarse de lo que les está pasando y se culpan a sí mismos. Es ahí donde los amigos y adultos importantes para la víctima desempeñan un papel importante: las víctimas del acoso escolar necesitan mucho apoyo para ver que no es culpa suya y que se puede hacer algo para ayudarles.

El acosador

Cuando se produce un episodio de acoso escolar, la mayor parte de la atención se centra en la víctima. Sin embargo, hay que prestar atención también al acosador. No todos los acosadores son iguales; los investigadores distinguen, por ejemplo, entre cabecillas, secuaces y observadores silenciosos.

A menudo los acosadores son personas que han sido acosadas anteriormente y pueden sentirse vulnerables y enfadados. En ese caso hay muchas cosas que se pueden hacer para ayudarles a superar el dolor en lugar de proyectarlo contra otros.

No todos los casos de acoso se producen en las escuelas. En realidad puede suceder en cualquier otro sitio, existen ya casos de acoso por Internet que han llevado a su víctima a tomar su propia vida, acoso en lugares públicos e incluso en casa, posiblemente por un hermano mayor o otro familiar.

¿Qué se puede hacer ante un caso de acoso?

Los adultos pueden ser de gran ayuda, aunque a veces resulta difícil ver cuál es el mejor modo de actuar. Si el niño presenta signos de estrés y no estamos seguros de lo que pasa, puede ser que esté siendo acosado.

Todas las escuelas deben contar con estrategias antiacoso; como padres, podemos averiguar si están funcionando y, en caso de que no sea así, buscar el respaldo de otros padres e insistir en que se haga.

Si, finalmente, averiguamos que nuestro hijo está sufriendo acoso, deberemos ofrecerle nuestra ayuda, pero con mucha sensibilidad: ir corriendo a la escuela y pedirles que actúen no es necesariamente la mejor táctica. A los jóvenes, a menudo, les preocupa cualquier movimiento que sus padres pueden realizar y temen sufrir represalias por parte de los acosadores si la escuela toma medidas. Esto en el caso de los adolescentes se complica todavía mas, porque suele ser la etapa en la que menos comprendan el comportamiento o actitudes de sus padres. Por eso es de vital importancia convertirse en su mayor aliado y planear una estrategia conjunta con la que estén de acuerdo.

Estrategias para combatir el acoso entre adolescentes:
  • solicitar el apoyo de amigos y otros familiares,
  • mantener una discreta conversación con algún profesor de confianza
  • apuntar a su hijo a clases de auto estima, clases de defensa personal o algún tipo de deporte
  • acudir a su médico y pedir algún tipo de terapia familiar
  • considerar la posibilidad de cambiar de escuela

redes sociales



En los últimos años, el incremento casi exponencial del número de usuarios de Internet que buscan información sobre la salud y, de modo especial, sobre estilos de vida saludables, se asocia a una creciente preocupación no tan sólo acerca de la fiabilidad de dicha información, sino también respecto al peligro potencial derivado de la frecuente exposición en la web de conductas que suponen un riesgo para la salud. Esto sucede, sobre todo, debido a la explosiva expansión de ese fenómeno de la intercomunicación grupal que son las redes sociales.
Una red social es un espacio online donde un usuario puede exponer su perfil, definido como el “conjunto de rasgos peculiares que le caracterizan” (DRAE), y, partir de éste, desplegar paulatinamente una red personal que le conecte con otros usuarios. En los últimos años las redes sociales se han multiplicado y convertido en un fenómeno que implica a decenas de millones de usuarios de Internet.
El explosivo crecimiento de la popularidad de estos espacios en red, de los que es ejemplo MySpace (que es utilizada por el 85% de los adolescentes) y, en menor grado, Facebook, han generado honda preocupación en padres, educadores y gobiernos, ante los riesgos potenciales que puedan derivarse de la exposición sin cortapisas de una información estrictamente personal en un espacio digital de acceso público (PEW INTERNET PROJECT DATA MEMOSocial Networking Websites and Teens: An Overview, Enero 3, 2007).
Esta preocupación se ha incrementado ante el dato fehaciente de que los adolescentes que, en su conjunto, se han adaptado con extraordinaria facilidad a las nuevastecnologías de la comunicación, se han introducido también con rapidez en las redes sociales, a las que han convertido en sus dominios casi exclusivos. Algo más de la mitad de los adolescentes que navegan por Internet visitan redes sociales, y muchos de los que en éstas se registran se integran además en grupos interesados por la salud, la mayoría sin control de la fiabilidad de la información aportada. En estos espacios, los adolescentes, con el objetivo de tejer una red de nuevas amistades, exponen públicamente, sin demasiados tapujos, su perfil personal: identidad, edad, género, costumbres sexuales, aficiones de todo tipo y, en definitiva, opiniones sobre lo divino y lo humano.
En coincidencia con esta creciente preocupación acerca de la fiabilidad de la información sobre la salud intercambiada en estos nuevos espacios digitales, un artículo publicado en la revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicinedel mes de Enero del 2009 se propone precisamente evaluar la frecuencia con la que los adolescentes exponen públicamente, en una red social de amplia extensión como es MySpace, un perfil personalun estilo de vida cuyo seguimiento supondría un riesgo para la salud de los otros participantes en la red. Lo llamativo y preocupante de los resultados de la encuesta es que algo más de un 50% de los perfiles personales expuestos contenían información que suponía un riesgo para la salud, relacionada con el consumo de drogas, conducta sexual insegura y violencia.A la vista de estos hallazgos, los autores consideran que son necesarios más estudios que, por una parte, exploren la validez de la información acerca de la salud desplegada en estos espacios digitales frecuentados por adolescentes y, por otra, reflexionen acerca del uso potencial de estas redes sociales para la promoción de una cultura de la salud.
En un editorial de la misma revista, tras dar por hecho que Internet, y sus redes sociales, son “espacios libres” en los que no caben medidas restrictivas para conseguir que la información para la salud sea fiable, se enumeran varias recomendaciones que confluyen, en último término, en una sola: la promoción, en el ámbito de una sociedad concreta, de una cultura de la salud, que debe ser iniciada desde la infancia en la familia y proseguida en la escuela, la universidad y los medios de comunicación.
En esta educación para la salud son puntos clave:
a) El desarrollo de un pensamiento crítico que permita la lectura de la información sobre la salud expuesta online y valore su fiabilidad, teniendo en cuenta la autoridad de la fuente en la que se origina.
b) El aprendizaje de un método que permita navegar, con la mayor seguridad posible, por el espacio digital.
c) Los padres deben enseñar a los hijos a comportarse crítica y éticamente en el espacio virtual (“online”), del mismo modo que tratan de enseñarlos a comportarse así en el espacio real(“offline”).

En definitiva, las redes sociales frecuentadas por los adolescentes que buscan información sobre la salud y sobre el estilo de vida presentan riesgos, pero también beneficiospotenciales, por lo que el reto para los padres, los maestros y los profesionales de salud estaría en encontrar el justo equilibrio entre ambos extremos y diseñar vías imaginativas que permitan el acercamiento al mayor número posible de adolescentes, aprovechando su presencia masiva en las redes sociales, para hacerles llegar allí el mensaje, simple y fiable, de una verdadera cultura de la salud, en la que la nutrición saludable y personalizada la actividad física combinada con el deporte, sean sus pilares.